Los recuerdos marcan la vida de todas las personas. Los de Ramón García, con el valor añadido de Maribel, consiguieron crear una empresa y progresar. Juntos tenían grandes miras y poco miedo al riesgo.
El entusiasmo de Ramón y Maribel se transmite en cuanto te hacen participe de sus vivencias:
“Las Matanzas de San Martín, la “güela” preparando el embutido y compartiendo con los más “arrimaos” la prueba de la matanza, el secadero… Son experiencias que no se olvidan. Transmitir esa tradición y haber hecho de ella una profesión es uno de nuestros grandes orgullos como profesionales y asturianos”
Ramón quiso también que, esa tradición heredada, permaneciese en LA BRAÑA haciendo de ella su filosofía tradicional.
Pero no solo el sabor y la calidad eran la preocupación de Ramón. La solidaridad, el trabajar codo a codo, como en las matanzas, han sido valores que ha sabido transmitir a sus hijos y también a todo el equipo de profesionales que trabaja en LA BRAÑA.
Ramón, desde el merecido descanso, ve su sueño convertido en una empresa moderna, con todos los avances exigidos por el mercado.
Ahora está seguro que, todos los que probéis sus productos, recordaréis ese sabor natural que creíais haber perdido para siempre.
Recuerdos y progreso unidos.
¡Misión cumplida Ramón!
Yo he tenido la suerte de formar parte durante algún tiempo de ese gran equipo, mejor dicho esa gran familia, conozco de primera mano lo que para vosotros es lo más importante, dar el mejor servicio y el mejor producto posible al cliente, os merecéis todos los éxitos del mundo
Muchas gracias Juan. Que nos consideres una familia es un orgullo para nosotros y, desde luego tu formas parte de ella.